El acto de “no dar la cara” es muestra de miedo. Una red social sin acceso pleno no es una red social. Son las dos primeras ideas que me asaltaron cuando leí en el blog La Chiringa la noticia de que Cuba ya tenía su Facebook privado.
Al parecer el gobierno cubano, frente al impacto del Facebook verdadero en el mundo (Egipto, Libia, Siria), ha decidido confiscárselo a su población. Como hizo desde su ya lejano principio, allá por el siglo pasado, ha “nacionalizado” una empresa útil y productiva para sustituirla por una entidad manca y bajo supervisión estatal.
Pero no lo ha hecho abiertamente, sino, que se ha amparado detrás de organismos aparentemente inocuos. El Facebook cubano, se ha dicho, es una idea patentada por el Ministerio de Educación, como si no existiera un tenebroso Ministerio de Comunicaciones bajo el mando del más tenebroso Ramiro Valdés Menéndez, que ha extendido su brazo hasta la Venezuela chavista.
La suspicacia no es mía. El propio editor de La Chiringa se pregunta quién estará detrás de la idea, y uno de los lectores que han podido comentar en ese sitio digital, ha afirmado “Me disculpo con el autor del artículo pero suponer que la idea haya surgido del Ministerio de Educación me parece ingenua, tal vez risible y de cierta forma ridícula. La importancia y trascendencia de las redes sociales, así como sus valores tiene poco o nada que ver con lo que el gobierno de nuestro país está dispuesto a otorgar a nuestros ciudadanos”.
Luego muchos lectores se quejan de que el link (http://facebook.ismm.edu.cu/) brindado para acceder a la imitación no está habilitado y resulta imposible la conexión.
Por supuesto, no habría que explicar que se trata de una baladronada más, o como se dice en Cuba: pura pamplina. La infraestructura tecnológica cubana no está preparada para competir con las redes sociales globales y, es claro, que no le quede otro recurso que alardear.
Pero, de todos modos, es preocupante que una población aislada como la cubana se vea privada (dado el escasísimo acceso a Internet) de la mínima rendija que proporciona Facebook y se le imponga una mala e inaccesible copia.
¿En cuanto a la demanda por plagio? Eso es una tontería. Mark Zuckerberg es millonario pero no gastará un centavo en inutilidades. Y el gobierno cubano, incapaz de pagar sus propias deudas externas, y acostumbrado a la subvención y el robo desembozado, lo sabe.
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