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martes, 28 de febrero de 2012

El sobre amarillo, un cuento de Pedro Merino

Camino derecho. La vista recta guía mi intuición. Me gusta mi trabajo, pero a veces las personas no comprenden que tengo que cumplir con mi deber.
Paso una cuadra. Cruzo la calle. La dirección es Desamparado 5678 00. Los ceros deben sobrar, aunque los de la izquierda son los que no valen, porque he visto una enumeración de cuatro dígitos... Doblo a la derecha. Llegué.

Empujo el portón y a ambos lados, hileras de puertas de madera cerradas y ventanas arriba, casi abiertas, me incitan a pasar por en medio de tendederas, unas al alcance de mi estatura, otras levantadas con una vara.

—¡Roberto Menéndez! –grito–. ¿Es Roberto... sí?

Una mano sale de entre las hojas de una puerta y me indica hacia el fondo.

Mis zapatos son los primeros en humedecerse por un salidero albañal. Aprovecho para revisar en la mochila demás nombres y apellidos, a ver cuál de ellos se encuentran en casa. Paso una puerta que tiene un ojo gigante. Otra puerta pintada esboza una lengua con un puñal en el centro que la inmoviliza. Avanzo. Entreveo en el piso un plato con dulces y frutas, para un santo, y pienso que si fuera un guayabito me diera un gran banquete. El orine y la mierda hacen que me tape la nariz con el pañuelo.

Los vecinos de enfrente casi se vuelven locos. Me ven y no me preguntan lo que no entienden.

¡Le llegó, le llegó la salida!, gritan extasiados por la vecindad.

Unos brazos abren la empotrada puerta de hierro y cristal:

—A quién busca.

—A Roberto...

Me interrumpen los conciudadanos.

¡Ya tú ves que todo llega en la vida!, irrumpe una vozarrona. ¡Te llegó el bombo, Robectico, el sorteo de emigración!, ¿no te lo dije?

—Espérense, señores.

Calmo al gentío.

—Esto es...

Ocvídate, broe, ¿qué bolá con mi aché?, me dice otro con cara de yo-no-sé. ¿A mí me llegó también?

—Mi hermano, esto es...

Me interrumpen otra vez.

Todavía no he sacado los sobres amarillos y me van a regalar un vaso con algo líquido. Sin inspeccionarlo me lo trago como medicina. Para mí es mejor que el café. Me manda a pasar sin señalarme un asiento. Sin embargo, Roberto... Robertico no está seguro y me pregunta:

—¿Qué traes ahí, muchachón?

—Ah, usté es ... Robeeerto Menéndeeez.

Le respondo con eco y humorismo.

—¡Ño! –cierra los ojos.

Me ha cambiado la cara al ver la notificación.

—Compadre –dice Roberto–, pero si es... el agua.

¡¿El cobrador del agua?! , se sorprende un vecino.

—No, yo soy...

¡El gas! ¿Usté viene a “cortarlo”?, me pregunta la mujer de Robertico.

—¡Nooo! –grita Roberto–. ¡No es el gas ni el agua... es la luz, coño!

—Sí.

Ya me descubrieron.

—Yo soy el inspector.

Observo que el billete verde que me iba a regalar de propina lo ha retirado.

—Mire, cálmese, es que a usté se le advirtió respecto al fraude eléctrico, o sea, el tomar corriente que no es suya, y este sobre amarillo, esteee, aquí dentro está la citación para el Tribunal de Justicia. Bueno, familia, chao... y gracias por el “veneno”.

—¡Suéltale el perro, coño... suéltalo!

Me despetronco a correr. Resbalo por un patiñero cerca del portón. No tengo con qué limpiarme y escucho: ¡Pero si estaba vestido como un cartero!, cuando el jau-jau sin bozal viene hacia mí. Cierro de un portazo y quedo en la calle como hace un rato y pienso que hoy no cumpliré con mi deber... qué alivio. Al fin. Get out!


Nota: el cuento, según el autor, fue publicado con anterioridad por la revista Extramuros, La Habana 2005.

sábado, 25 de febrero de 2012

Todo el mundo canta

Últimamente a los gobernantes les ha dado por cantar. Yo sé que todo el mundo canta, aunque sea en la ducha. Pero una cosa es gobernar y otra actuar. Ese matiz circense que ha ido plagando a la política es, claro está, un reflejo de la tendencia populista que caracteriza a ciertos mandatarios y con lo que pretenden “acercarse más a la masa”. Aquí les va una muestra de cuanto de Plácido Domingo tienen.

Barack Obama



Hugo Chávez



Rafael Correa y otros



Evo Morales



Raúl Castro

Sábado de poesía con Elena Tamargo

Elena Temargo cumple año por estos días. ¿Cuántos? No lo sé. Mis amigos, cuando los he querido por mucho tiempo se vuelven intemporales. Y de Elena guardo su ternura infinita. Su lealtad sin fronteras. Sus versos delicados. Para mí sigue siendo aquella estudiante de lenguas extrajeras que una tarde me sorprendió con su belleza en la calle San Lázaro de La Habana, me brindó un chocolate y nos hicimos amigos para siempre. Luego ganó el Premio de Poesía de la Universidad de La Habana, 1984; Premio Nacional de Poesía “Julián del Casal”, de la UNEAC, 1987. Se hizo germanista, doctora en Letras Modernas. Publico sus libros: Sobre un papel mis trenos, Habana tú, El caballo de la palabra, El año del alma, Poesía de la sombra de la memoria y Bolero, clave del corazón. Se fue a Moscú y allá cené con ella una tarde de nieves y nostalgias. Más tarde fue México y ya sabíamos que tardaríamos mucho en volver a La Habana. Convertimos a Miami en un lugar de enccuentros. En la actualidad vive en la poesía que fue donde siempre quiso.

Habanera Yo


Soy otra vez muchacha en el invierno
y nadie me regala una gardenia.
Pero el regreso de mis lunas
ahíjo taciturna del fondo de la calle
casi feliz, aletargada
bajo esta piedra roja.
Retozo como un campo florecido
es la herencia adecuada de una mujer despierta
un sueño desprendido del cuerpo que lo ha usado.
Los lirios de Rosita
mis únicos testigos
esperan la lechuza
en el silencio mío del oeste.
Vuelvo en la medianoche de este invierno
acércate a escuchar mi tambor y mi oboe
acércate con riesgo de hechizarme.
Ciudad, ciudad
no mates mi manía de ser bella
de pasearme desnuda y cepillarme el pelo.
Ciudad con pajaritos y cisternas
el probable lugar donde acabó una historia.
Ay, mi ciudad
mi pasto
mi sitio recurrente
a la hora en que duermen las palomas.
Ciudad que has bendecido mis vigilias
arrástrame hacia el mar
sin farolas ni víctimas
con algas en mi pelo
y en tu pelo de sal.


Habana Tú


De niña, entre las grietas de la tierra
buscaba en ti mi aurora
a semejanza mía, a semejanza tuya
cuerpo oscuro y esbelto de mi sueño.
Puras ante la espera las imágenes
emisarias de la tarde que caía
pegada a su horizonte.
Tenías en secreto tu espigón de metales
inclinada en tu borde busco el ancla perdida
te busco en el regreso, estás llena de pájaros
vuelve a secar tus manos y cuéntamelo todo.
Era esto el abandono y lo sabías.
Óyeme estos lamentos que me salen ardiendo
yo sólo te deseo,
la sombra de aquel tiempo en ti misma entrevista
con inútil ternura
y tú me dabas fuerza
rendida y dócil como el mar sabe serlo.
Aquel concilio que tantos han cantado
sin una urgencia propia como ésta de este instante.
Tampoco fue tu culpa si no les comprendiste la amargura
faltándoles la leche y el abrigo
te lo dieron todo, vida que no pedías.


El último poema del año del alma



              Soy sólo un trueno de voz sagrada
                                               Stefan George


El año en que amaba
alguien tenía mis ojos
los llevaba en las manos como anillos
como pedazos de zafiros
los cuidaba desde que se habían cerrado.
Él ganaba y perdía, pero no se asomaba a las ventanas
guardaba lo demás como mis ojos
las actas, su nombre, la peor de sus horas.
Los tulipanes en Moscú lo habían decapitado
y desde entonces bebíamos juntos leche negra del alba.
Bebíamos y bebíamos
del cántaro y del cráter
y también de mi mano,
mas lo que ahora se hunde, a quién le pertenece
rosa de quién si nadie me moldea,
fuimos serenos floreciendo y ya
rosa de nadie.
Quiero mejor ser leña de un hogar
y calentar la leche de los niños,
porque esos ojos míos del ochenta y siete
que él cuidaba
están bajos
llorando
cansados de no poder dormir en las camas donde nos acostamos
ellos y yo
a vivir del esplendor
cuando la luz se enciende
o cuando se derriten los corazones de oro
de los niños
que beben la leche negra del alba.

jueves, 23 de febrero de 2012

¿Parte de la cultura cubana?

Je veux vous dire

Je veux vous dire en vers pourquoi, chère madame,
Des fats trouvent coulant le beau parler cubain:
C'est en vers que les hommes doivent parler aux femmes:
Le genou sur la terre, le bouquet dans la main.
Des fleurs! vous faut-il plus, vraiment, pour le bonheur?
Ce sont de grands rubis, les bons coquelicots:
Quand on n'a pas tout près, pour vous l'offrir, la fleur,
Porquoi ne pas pétrir la fleur avec des mots?


Este poema, quizás el más circunstancial dentro de la circunstancialidad martiana, fue escrito originalmente en francés, en medio de un exilio agónico.

Aunque cuenta con una traducción al español realizada por Cintio Vitier que también descubrí cuando aún yo era un estudiante universitario, y una versión cantada por Amaury Pérez, el poema original lo hallé hace muchos años.

Por esa época yo estudiaba francés y me agradó el hallazgo y hasta me salvó del fundamentalismo pueblerino cuando lo enarbolé como justificación para no aprender el solidario ruso y guardar distancia del inglés que por entonces era el idioma del enemigo.

Han pasado más de cuarenta años, y lo he vuelto a recordar gracias a Ambrosio Fornet y cierto guirigay que se ha instaurado en la localidad cibernáutica cubana como consecuencia de un panel que se desarrollara en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en el que participaron los escritores Reinaldo González, Leonardo Padura y Senel Paz, a propósito de un acercamiento con los artistas e intelectuales del exilio.

Desde el podio del nuevo altercado teórico he visto fluir verdaderas y cuidadosas filigranas retóricas que intentan justipreciar el derecho y el envés de la novedosa alharaca y se ha instalado en mí – aparte de todas las que me corroen- una incertidumbre más.

¿Será este poema cursilón, apresurado y meloso parte de la cultura cubana a pesar de haber sido escrito en la lengua con que Froncoise Rabelais trazó sus más pantagruélicos, mordaces y escatológicos insultos y José María de Heredia –otro que siempre ha sido excluido- sus delicados Trofeos para lustre del parnasianismo?

¿Será este poema que por elogio, quizás solo tuvo el rubor decimonónico de una madame de corset y miriñaque que lo leyó escrito a mano y en una mínima esquela, sin más impacto ni trascendencia estética, parte de la cultura cubana?

¿Será, en fin, este pobre poema escrito en el exilio –como casi la totalidad de la obra martiana- parte de la cultura cubana?

Según la nueva canónica debatida en la actualidad tiene cincuenta y cincuenta de probabilidades.

Tres poemas de homenaje

Mañana


Mañana recordaremos que te has muerto.

Habrá un discurso alto y unas miradas bajas,
todo será dolor
pañuelitos nerviosos entre dedos
unas gafas ahumadas cubriendo la premura
palmaditas de adiós sobre la angustia.

Mañana serás bueno
tan sumamente bueno
que de seguro Dios te cederá el asiento
y se pondrá a tu diestra.

Rugirás de furor frente a los enemigos
de alguien que te hará su arma y su estandarte,
serás el más osado
el más bello y más lúcido
explicarás con frases que inventen para ti
para tu boca sabia
cómo fue que llegaste a ese espacio de luz.

Mañana recordaremos que te has muerto
para seguir viviendo a nuestras anchas.


Perversos y callados


Las alarmantes voces del silencio
asedian sin piedad los muros de tu alma.
Estás donde la noche sin retorno
se posa para un tiempo que no aceptas,
donde el raudo tropel de las auroras
puede tornarse foto de honda impavidez.
No habrá nada que hacer cuando la sangre sea
levísimo recuerdo de secos manantiales.
Quizás la eternidad es ese hastío
que grita sin cesar sus vanidades
y no el gesto trivial del dedo acusador.
Los perversos fabrican su guarida
en el límite mismo
que media entre tu voz y sus horrores.
No habrás de lamentar los pavorosos crímenes
sino el silencio cruel
en que viste morir a aquel que no callaba.


Mensaje en clave abierta


Con la sedosa voz que tuviera un arcángel
me placería anunciarte que me he ido.
Decirte que no estoy en la baranda
del puente sobre el río que fluye hacia la nada
pero me sigue estando murmurador y diáfano.
Aliviarte del odio que sólo a tí marchita.
Librarte del basalto tenaz que te dobla las piernas
cuando silbo o sonrío. Desoldarte la rémora
pertinaz y salobre que te impide las cumbres.
Pero no soy un ángel: fumo como un demente,
fornico tras la cena, trasnocho junto al mar,
y una muchacha de boca deslumbrada elogia
la albura en mi cabellos, que a mi edad no esté gordo,
y sueña ser la novia tardía, inesperada de mis versos.
No he muerto todavía, aunque me esfuerzo. Lamento
no poder, como un heraldo negro, llevarte la noticia.

martes, 21 de febrero de 2012

Hugo Chávez deberá operarse nuevamente

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con el rostro abotargado y la mirada turbia, a su regreso de un viaje relámpago a La Habana, ha anunciado este martes que deberá ser operado de una lesión en la misma zona de donde le extirparon un tumor maligno en junio del año pasado.

Despachos de las agencias Reuters y EFE señalan que el mandatario ha informado, a través de la televisión pública que la lesión fue detectada en unos estudios de rutina que se realizó en Cuba el fin de semana, lo que corrobora los rumores sobre el avance de su enfermedad y su súbito viaje a La Habana.

"Se ha detectado una nueva lesión en el mismo sitio donde fue detectado el tumor canceroso en junio pasado. Es una lesión pequeña, de 2 centímetros y eso obliga a una nueva intervención", ha asegurado Reuters que dijo Chávez.

Las declaraciones de Chávez se producen luego de una serie de rumores sobre su estado de salud.

"Desmiento que tenga metástasis (...), que ya me estoy muriendo", agregó el gobernante al concluir una alocución televisada de casi dos horas, ha apuntado la agencia EFE.

Chávez, a quien en 2011 le fuera extirpado un cáncer de cuya naturaleza no se ha informado y del que asegura estar ya curado, se presentó este martes junto a varios de sus colaboradores y autoridades a una fábrica de tractores, camiones y otros vehículos en Barinas.

La semana pasada el periodista brasileño Merval Pereira, del diario O Globo, había asegurdo en su blog que médicos de su país, al analizar los últimos exámenes hechos a Chávez, afirmaron que el cáncer que se le diagnosticó en Cuba en junio pasado no ha parado de avanzar y ha hecho metástasis en dirección hacia el hígado.

A la noticia de Pereira siguió el lunes una columna de Nelson Bocaranda en la que se decía que Chávez había tenido que viajar de urgencia a Cuba debido a un agravamiento de su salud.

sábado, 18 de febrero de 2012

Sábado de poesía con Efraín Riverón













Efraín Riverón (Güines, la Habana, 1942) Poeta y reconocido repentista ha publicado Los días de otro almanaque, Después de la ceniza y De la palabra y el espejo entre otros libros de poesía en los que hace patente su gracia lírica y el poder de su palabra. Vive en Miami.



Naufragio


Herida en el polvo,
calcio del adiós y lo anónimo.

¿El después de los naipes que significa?
¿Jugada misteriosa?
¿Nostálgica evidencia de lo áspero?

El mar ahíto de prisa y espuma,
la sal orada igual.
Al nordeste,
enmudecen mangles y anclas,
ripios de sol jadean sin ritmo.

Fobia al servicio de la ultima estancia
donde las piedras conversan lo de nadie
y no sé que impulso abastece partículas
a los caracoles que azulean.


Tan solo en esta ventana



En esta ventana
perduran días, lunas y pirámides.

Los ángeles se acodan en su alfeizar
y la pintura resume la memoria industrial
de ciertos senos.

En su espacio
todo se abre, cae y levanta,
se desnuda el aire.

Solo en esta ventana
pluma un diciembre sin dolores al miocardio.

Ojo de madera en la noche
la ventana.



Nada de apariencia



No es aparentar,
sino trascender la línea divisoria.

El asco detenido en las membranas
desyerbarlo al sol.

Proferir insultos sobre la sustancia del ídolo
empotrado en sus cruces y escupitajos.
                              Algo común.

Organizo mi cáncer,
me fue entregado en una bolsa plástica.
(Lo facturan sin previo aviso, al gusto
y menos costo.)

Lo uso a discreción de la sangre,
unas veces la ansiedad me empuja,
en otras lo extralimito entre copas.

Semana tras semana es el mismo,
lo salgo a buscar, lo alineo, lo ajusto
para que no se airee y enmohezca.

Con el primer café
comienza a desplazarse.



La sopa de los mediodías

                                Para abuela Carmen.
                                       El almuerzo con ella que estaría
                                       poniendo el plato que nos gustara ayer.
                                                                         Cesar Vallejo.


Nadie como la abuela para hacerla.
Sus dedos, amor acostumbrado,
le daban un sabor enmascarado
que hacía degustarla y proponerla.

El tizne en la cocina de saberla
subía como ángel encrespado;
en la hornilla el carbón ensangrentado
abría una sonrisa para verla.

Cierto día enfermó: De su corazón
se despidió la pobre. La sazón
de costumbre, gemela con su ropa

quedó viuda. El plato y la cuchara
se quedaron sin manos y sin cara.
¡Desde entonces soy lágrima en la sopa!



De la otra parte de la locura



Anda el día cerrado, turbulento,
(cáscara de cielo de otra cáscara)
como si detrás de cada máscara
el hombre averiguara su porciento.

Humea en los alambres un lamento
de pájaros y adioses circulares.
¿Quién se desmiente haciendo malabares
con las hojas, la luz, el aire, el lento

color de las paredes en el fondo
de todo lo cuadrado y lo redondo?
¿Adónde irá el alma que no vuelve?

Anda el día cerrado, !bien cerrado!
Dijérase que un vientre se revuelve
y una espera los brazos ha cruzado.

jueves, 16 de febrero de 2012

Cuando el mal es de Kagan no valen Obamas verdes

El ensayo de Robert Kagan The myth of American decline publicado el 11 de enero de 2012 en The New Republic y que ha sido traducido al español por Juan Carlos Castillón, da la impresión de ser todo un canto a la esperanza.

Y de hecho lo es. Porque en medio de la gran desesperanza que ha volcado sobre la nación más de tres años de una administración que prometía cambios sustanciales y todo ha quedado sólo en ardorosos discursos de campaña, viene muy bien un poco de fe en el porvenir

Luego de un recordatorio, a grandes trancos, de la historia estadounidense, su papel en la correlación de fuerza a nivel global, sus crisis económicas, políticas y militares, la airosa manera en que ha reflotado de ellas, Kagan deja en el lector un hálito de confianza en el porvenir.

Tanto es así que, al parecer, el propio presidente Barack Obama –quien ha basado su administración en promesas y esperanzas, en su mayor y abrumadora parte, incumplidas- apeló a sus postulados en su discurso acerca del estado de la Unión del 24 de enero, según apunta el propio editor de The New Republic al publicar el texto de Kagan, para apuntalar su próxima oratoria de campaña por la reelección.

Les recomiendo lean el ensayo porque puede reconfortarlos en medio de la aplastante carga cotidiana que nos embarga y de la cual, según todo parece indicar, la actual administración no nos podrá librar.

Robert Kagan (1958) Ensayista dedicado al comentario político, es un neoconservador graduado de la Universidad de Yale en 1980 y se desempeñó como asesor del expresidente George W. Bush y del candidato presidencial John McCain.

Kagan, quien también consiguió un master en la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard y un doctorado de la Universidad Americana de Washington D.C. escribe regularmente para The New Republic y Washington Post.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Piensa el ladrón que…

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha acusado el miércoles a la oposición de su país de querer disfrazarse de "chavito" y hacer "carantoñas al pueblo chavista", y se ha referido por primera vez al nuevo líder opositor, Henrique Capriles, sin mencionarlo pero llamándole candidato de la burguesía, el imperio y el capitalismo.

El pobre mentiroso -quien además de embustero es engreído y supone que el chavismo es el último aporte de la política electoral a las mañas para obtener el poder- quiere hacer creer que Capriles miente cuando asume un discurso de izquierda moderada e inteligente que pretende llevar adelante programas sociales más eficientes que los instaurados bajo el chavismo y una política exterior más consecuente con la realidad económica venezolana.

Y es que Hugo Chávez, aún cuando pretende adueñarse de toda la herencia progresista, no es de izquierda, ni siendo zurdo. Su trayectoria política lo ha caracterizado con todos los matices de un gobernante totalitarista que ha recogido lo más retrógrado del pensamiento de izquierda y su discurso actual es de una ultraizquierda delirante, bravucona y autoritaria a la usanza castrista. Esa usanza que él mismo calificó de tiranía cuando era aspirante a presidente.

Un breve recorrido por las declaraciones de aquel escuálido coronel golpista que entonces alelaba al pueblo venezolano con promesas y es hoy un obeso presidente que-luego de violar en reiteradas ocasiones la Constitución de la república- ha hundido a Venezuela en la pobreza, la violencia y la ineficiencia,sólo lo muestra como un verdadero transformista que ha usado todos los disfraces del más vulgar populismo, y aún así osa acusar de enmascaramiento a un candidato opositor, y ello obedece en realidad a que lo teme.

Henrique Capriles, hasta ahora, es sólo discursos y promesas. Habría que ver su ejecutoria como presidente para calificarlo. Pero de lo que sí no cabe dudas es de que Hugo Chávez ya tuvo tiempo más que suficiente para demostrar que además de mentiroso es un pésimo gobernante con delirios de Napoleón sureño.

Escrito sin permiso, en italiano

Para tener información o adquirir el libro Escrito sin permiso, pulse el enlace aquí

martes, 14 de febrero de 2012

Noche de presentaciones

Tres libros presentó Publicaciones Miami la noche del sábado 11 de febrero en el Centro de Arte Cubaocho de Miami.

Un amor en los ocheta, de Manuel Vázquez Portal; En mi espalda desnuda otro silencio vive, de Lleny Díaz, e Historias y destino de José Tomás García.

Las palabras de presentación de los textos estuvieron a cargo de Grace Piney, quien esbozó el trabajo de Vazquez Portal; Jesús Hernándz (Tinito) resumió sobre la poseía de Lleny Díaz, y José Antonio Alvarez expuso sobre los relatos de José Tomás.

Las fotos a continuación son testimonio de la presentación.











lunes, 13 de febrero de 2012

Tres para niños

Dueño


Con un pensamiento
si quiero
navego.

Con un pensamiento
si quiero
me sueño,
me invento,
me achico y me crezco.

Con un pensamiento
me voy
y regreso
fabrico un planeta
de guayaba y queso
me lo como
y vuelvo.

Con un pensamiento
soy
mi propio dueño.


Muy buenas personas


En la alcantarilla
vive Doña Peste
y vende sonrisas
de sólo dos dientes.

(Como no sabían
para qué servían,
nadie las quería)

En la alcantarilla
vive Don Hediondo
y vende consuelos
que fabrica el solo.

-Te aliso el cabello,
te beso los ojos,
te brindo un camino
sin muchos escollos.

En la alcantarilla
nadie se los compra
ni Doña Barriga
ni Don Nomeasombra
porque no es comida
porque no son joyas.

Aquí sólo viven
muy buenas personas.


Bronca

Ayer
Se fajó un Cangúpido
-¡qué estúpido!-
con un Marciano
-era enano.

-¡Dame mi estrella,
gritó el enano;
digo, el Marciano.
-¡No te la doy,
voceó el estúpido;
digo, el Cangúpido.

Y continuaron en la pelea
mientras, llorando,
se fue la estrella.

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado de poesía con Ángel Cuadra






Ángel Cuadra nacio en La Habana. Poeta, abogado y preso político cubano, sabe como pocos atrapar la poesía, limpia y sutil, musical y vibrante en el cofre sellado del soneto. Cofre donde se prueba la valía y la osadía de cualquiera que pretenda llamarse poeta, y Ängel Cuadra, no solo sale ileso del intento sino que sale fúlgido, restallante como una aurora sobre el mar Caribe. Estos poemas de su libro Diez sonetos ocultos lo prueban. Los dejo con el poeta.                   

                 



                     I


Y trazará tu mano en el abismo
los signos del amor con letras de humo;
vivo silencio que habla, y que resumo
en diálogo interior conmigo mismo.

Asomará en tu rostro el espejismo
de un beso de ternura que presumo
en demorada oferta, y que consumo
en la pura estación del idealismo.

Será tu encuentro siempre el que consiga
el testimonio de tu mano amiga
con un gesto exterior breve y risueño.

Así tu amor se va quedando intacto
y, en la imposible realidad del acto
se hace posible realidad el sueño.

               
                     III


Reflejada en el agua tu hermosura,
quedó la tarde aquella detenida
en un claro recodo de la vida
desasido del tiempo y su premura.

Obligada a seguir, la vida apura
Su trago diario en la fatal huida.
Caen hoja de otoño, y repetida
tu imagen sobre el agua se inaugura.

Muero como se muere diariamente.
Olvido llueve sobre lo olvidado
y todo deja ya de estar presente.

Pero en un tiempo inmóvil, que perdure
en un lago interior, se me ha quedado
reflejada en el agua tu hermosura.


                   VIII


En escala inaudible acompasado
va el leve cuento de este amor secreto.
Cuento sin voz que su cantar secreto
es solo por nosotros escuchado.

Va aquí conmigo, anda a tu lado:
ser insensible y, a la vez, concreto.
Sin tiempo ni lugar se alza, incompleto,
árbol sin tierra donde estar plantado.

Desasido del mundo en dos abismos
-tú y yo, cómplices mudos de su historia
callada, oculta hasta en nosotros mismo-,

Este cuento de amor irá en secreto,
a resguardo de tiempo y de memoria,
en el cofre sellado del soneto.

jueves, 9 de febrero de 2012

Los espero, amigos

La novela Un amor en los ochenta de Manuel Vázquez Portal  será presentada por la ensayista y editora Grece Piney.

Los relatos Historias y destinos de José T. Garcia, serán presentados por el periodista y animador radial José Antonio Álvarez.

El libro  de poemas En mi espalda desnuda otro silencio vive de Lleny Díaz, será presentado por el poeta cubano Jesús Hernández Díaz (Tinito)






miércoles, 8 de febrero de 2012

Vida privada

¿Quién dice que en Cuba no hay vida privada? Hay que estar loco para afirmar semejante disparate.

¿En qué se basan esos lenguaraces enemigos de la revolución?

¿Acaso en que la policía política husmea cada rincón de la existencia de las personas, interviene teléfonos, coloca micrófonos secretos, instala cámaras ocultas, siembra agentes y, más tarde, si no halla un pasado turbio lo inventa?

Eso es una bobería. La vida privada en Cuba está tan garantizada como lo están la educación y la salud pública. Probarlo es tan fácil que sólo requiere de una pequeña relación que lo demuestra.

El cubano está privado de elegir libremente

El cubano está privado de asociarse libremente.

El cubano está privado de expresarse libremente.

El cubano está privado de viajar libremente.

El cubano, una vez en el extranjero, está privado de regresar libremente

El cubano está privado de acceso a Internet libremente.

El cubano está privado de enriquecerse libremente.

El cubano está privado de exportar e importar libremente.

El cubano está privado de comprar una casa en Siboney o Varadero, libremente.

El cubano está privado de adquirir un auto cero kilómetro, libremente.

Y para no cansarlos, una pregunta: ¿No es eso una vida privada?

martes, 7 de febrero de 2012

Otro libro de Teresa Dovalpage

Ocurre que a Teresa  Dovalpage  le sobra el talento para fabular y como ya no puede jugar a las muñecas, se le derrama por la literatura. Cuando leí El difunto Fidel –título que hace caer en más de un equívoco- comprendí que además ingenio literario es poseedora de un sentido del humor que sólo a las personas muy inteligentes les asiste. Ahora  Editorial Atmosfera Literaria propone un nuevo libro conque la autora nos azuza a la lectura. Asegura la nota de la editorial que:

En los once cuentos que componen este libro, Teresa Dovalpage va, en todo momento, cambiando los puntos de vista para deleitarnos con una situación tan curiosa como la que da título al libro. Pero no es la única. ¿Cómo te verías en tu otro yo? ¿Te irías a recoger al aeropuerto? ¿Creerías en las dietas astrales? ¿Cómo justificarías tu entrada al Paraíso?

Este libro mantiene esa constante a lo largo de sus páginas aderezadas con una peculiar idea de Cuba y sus habitantes. No se trata de la ya habitual y rijosa cantaleta sobre las jineteras criollas y los chucheros al uso. Tampoco los extranjeros que deambulan por estas páginas son vacacionistas clásicos: un californiano pedófilo; un ovetense solitario; otro gringo predicador que viaja en busca de conversos y demás disloques a los que la autora nos tiene acostumbrados.

lunes, 6 de febrero de 2012

Baño de lengua

Mi amigo Bernardo Maqués Ravelo, quien gusta de la perfección en la escritura y es un periodista que siempre ha estado al tanto de cuanto ocurre en nuestra lengua, me ha enviado un mensaje electrónico que realmente creo digno de divulgación. El recado del Benny dice así.

La Real Academia Española de la lengua ha informado el 1de enero de 2012 que:


Bernardo Marqués(I) Peyi Rodríguez(D) este servidor al centro cuando aún teníamos las barbas negras.

1.- Definitivamente, las letras "ch" y "ll", quedan fuera del alfabeto en español. Serán dígrafos, tal como la "rr". Este cambio consiste en reducir el alfabeto, debido a que estas letras son combinaciones de otras que ya están incluidas en el abecedario.

2.- La "y" griega se llamará (ye), v (uve) y w (uve doble). Debemos perder la costumbre de señalar a la b, como larga, grande o alta, tampoco de "Bolívar" o peor, "de burro". Nunca más debemos decir v corta, chiquita, pequeña o "v de Venezuela" y menos "de vaca". Aunque en el caso de la w, la RAE sugiere "uve doble", cuando nosotros la llamamos doble v. El nombre uve se origina para distinguir oralmente la b de la v, pues se pronuncian de la misma forma en nuestro idioma. Al decir uve (v), nunca se confundirá con la b (be), de allí la justificación para este cambio.

En el caso de la y, es preferible el sonido ye y no "y griega", por ser más sencillo de expresar y diferenciarse totalmente de la vocal i, llamada comúnmente i latina o i de iglesia.

3.- La conjunción disyuntiva "o" se escribirá siempre sin tilde. Aunque muchos insistan (todavía) en colocarle la tilde (ó) en la escritura corriente, únicamente se utilizaba en este caso: 5 ó 6 para diferenciarla del número 506. Es decir, evitar la confusión entre la letra o y el cero (0). Este uso diacrítico ya no tiene excusa; porque hoy en día, gracias a la utilización de los computadores, la conjunción "o" se diferencia visible y notoriamente del 0, según el alegato de la RAE. Lo adecuado será; 5 o 6.

4.- La supresión del acento ortográfico en el adverbio solo y los pronombres este, ese y aquel. Su uso no estará justificado, ni siquiera en caso de ambigüedad. Ej. Voy solo al cine a ver películas de terror ("solamente") o, Voy solo al cine a ver películas de terror ("solo, sin compañía"). Por consiguiente, a partir de ahora podrá prescindirse de la tilde en estos casos, incluso en caso de doble interpretación, pues cabe colocar perfectamente sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo). Ej. Voy únicamente (o solamente) al cine a ver películas de terror.

En el caso de las palabras "guión", "hui", "Sion", "truhan" o "fie", deben escribirse obligatoriamente sin tilde, (lo contrario será una falta de ortografía).

5,. Los términos genéricos que se anteponen a nombres propios se escribirán en minúscula: golfo de Venezuela, península de Araya, islas Galápagos, etc.

6.- No será correcto escribir "piercing, catering, sexy, judo o manager" (es decir: piercing, catering, sexy), si no se hace en cursiva o entre comillas, para remarcar su origen extranjero, como es la norma para este tipo de vocablos. Solo pueden escribirse sin cursiva, la forma adaptada al idioma español de estas palabras: pirsin, cáterin, sexi, yudo y mánayer. Otros ejemplos: smoking > esmoquin; camping > campin; bricolage > bricolaje, entre otros.

7.- Los prefijos "ex", "anti" y pro" ya no estarán separadas de la palabra que los precede. Ej. "Provida, expresidente, anticonstitucional". Tradicionalmente "ex", "anti" y pro", debían escribirse separados de la palabra que las precedía, pero ahora se irán unidos, como el caso de "exesposa" y "provida".

Por lo tanto, no existen ex presidentes ni ex maridos, etc., pasaron a ser "expresidentes" y "exmaridos" (junto, no separado). Únicamente las expresiones compuestas como; alto comisionado, capitán general, podrán utilizar los prefijos "ex" y "pro" en forma separada. Ej. Ex alto comisionado, ex capitán general, pro derechos humanos, etcétera.

Igualmente varían las grafías de quórum por "cuórum", Qatar será Catar, Iraq por Irak y Tchaikovski pasará a escribirse Chaikovski.

8.- Ya no se escribirá "Papa" con letra inicial mayúscula, para hablar de la máxima autoridad de la Iglesia Católica, sino "papa", con minúscula. Pueden escribirse en mayúscula solo, aunque no obligada, cuando no van seguidos del nombre propio: "La recepción a Su Santidad será en el palacio arzobispal". Sin embargo, es obligada la minúscula, en este caso: "Esperamos la visita de su santidad Benedicto XVI".

9.- Se evitará la mayúscula inicial en "don", "doña", "fray", "santo", "san", "excelencia", "señoría", "sor", "vuestra merced", aunque se admite la mayúscula inicial en los tratamientos protocolarios de las más altas dignidades (su santidad, su majestad, su excelencia).

10.- Los personajes de ficción irán siempre con mayúscula inicial (Aureliano Buendía, Harry Potter, Mafalda) y también lo harán aquellos formados por nombres comunes: "Caperucita Roja", "el Gato con Botas", la "Cucarachita Martínez".

11.- Los vocablos como güisqui que es grafía correcta actual en español equivalente a la palabra inglesa whisky o whiskey, y se escribirá: wiski.

sábado, 4 de febrero de 2012

Sábado de poesía con Kahlil Gibran Kahlil

Kahlil Gibran Kahlil nació en 1883 en Bsarri, Líbano y falleció en Nueva York en 1931.

Poeta, novelista, pintor y filósofo,fue uno de los mayores representantes del arte del mundo árabe, aunque muchas de sus obras fueron escritas en inglés ya que vivió en Estados Unidos por muchos años.

Sus obras han sido traducidas a varios idiomas. Y algunas ediciones de poesías se editaron con las ilustraciones realizadas por el autor.

El amor de su vida fue Mary Haskell, con quien mantuvo abundante correspondencia, parte de la cual fue recopilada por Paulo Cohelo en el libro "Cartas de Amor del Profeta".



Me preguntas cómo


Me preguntas cómo me volví loco. Ocurrió así: Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que se habían robado todas mis máscaras, las siete máscaras que había modelado y usado en siete vidas.

Huí sin máscara por las atestadas calles gritando: "¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!".

Hombres y mujeres se reían de mí, y algunos corrieron a sus casas temerosos de mí.

Y cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho de pie sobre el techo de una casa, gritó: "¡Es un loco!".

Alcé la vista para mirarlo y por primera vez el sol besó mi rostro desnudo. Por primera vez el sol besó mi rostro desnudo, y mi alma se inflamó de amor por el sol y ya no deseé más mis mascaras. Como en éxtasis grité: "¡Benditos, benditos sean los ladrones que me han robado mis máscaras!"

Así fue cómo me volví loco.

Y he hallado libertad y salvación en mi locura; la libertad de estar solo y a salvo de ser comprendido, porque aquellos que nos comprenden esclavizan algo nuestro.



No soy tan poco inteligente


No soy tan poco inteligente
como para ansiar
No vivir,
no ser.

No puedo elegir otro que el más escarpado
De los senderos,
para dejarme llevar
Por el camino de las estaciones,
Y fortalecer el poder de los años;

La simiente sembrar y observar su germinación
En el centro de la tierra;

Alimentar a las flores con el empuje
Con que luego podrá resguardar su existencia,
Y después desenterrarla,
en el momento de empezar
La Tormenta a reír en la selva,

Y a extraer a los seres humanos de la tiniebla
Enigmática;
mas permite que conserven las raíces su
Apego a la Tierra;
Fomentar y sembrar, en él mismo,
la sed de la existencia,

Y transformar a la muerte en el copero,

Brindarle el amor que tiene
su origen en el dolor,
Amor que se sublima en la añoranza,
Que se multiplica en el Anhelo,
Y que se esfuma en el abrazo primero,
Para ceñir su noche
Con las divinas ensoñaciones de los días
Y en ellos verter
Las revelaciones de las noches sagradas,

Y después lograr que sus noches y días
No se metamorfoseen nunca;
Para lograr de su inventiva,

Un águila vigilante en las cumbres;
Y de sus razonamientos
Tormentas de océanos;

Y después darle una mano lenta
Para los juicios y para los deberes morales,
Y un pie pesado en sus cavilaciones;
Para brindarle felicidad para cantar su melopea
Ante nosotros,

Y tristeza para obligarlo
a acudir a nuestro socorro
Y después humillarlo en su orgullo,
En el momento que la Tierra, de hambre,
Grite pidiendo pan;

Para subir su espíritu por sobre el cielo mismo,
Para hacerlo saborear nuestro mañana
Y permitir que su cuerpo se revuelque en el cieno
Y no pueda olvidar,
de esa manera, su ayer.
En esa forma conviene a nuestra Majestad
Gobernar al ser humano
Hasta el fin de los Tiempos,

Regulando su hálito,
Que comienza con el grito de su madre,
Y culmina con el llanto
De sus hijos.

viernes, 3 de febrero de 2012

Cuando muere un poeta

Cuando muere un poeta ha de honrarse con su propia poesía. Viven de esa misteriosa sustancia que los dota de una mirada diferente y por eso ven la vida por el prisma de una verdad necesaria. Son ellos mismos y nada mejor que homenajeralos con lo mejor que nos dieron.

Wislawa Szymborska, premio Nobel de Literatura 1996, ha fallecido el jueves a los 88 años a causa de un cáncer de pulmón, y más que palabras hueras sobre ella, quiero dejarles estos dos poemas suyos.

Antes de recibir el Nobel, Szymborska era la poetisa más conocida en Polonia, pero después del galardón el mundo entero supo de aquella joven que ni bajo el dominio fascista perdió su fino sentido del humor ni la maestría para jugar con la palabra.

Cuenta su asistente personal, Michal Rusinek, que Wislawa murió en su casa, tranquila, mientras dormía, quizás soñando con las volutas del último cigarrillo de la fumadora incorregible que era, a pesar de las advertencias de los médicos.

Wislawa Szymborska había nacido el 2 de julio de 1923 en Bnin, cerca de Poznan. Vivió en Cracovia desde que su familia se trasladó allí en 1931. En su juventud sufrió la invasión nazi en 1939 y fue obligada a trabajos forzados en las líneas férreas. Más tarde estudió Literatura y Sociología en la universidad de Cracovia.

Autora de al menos 20 libros de poesía, entre los que se destacan: Vista desde un grano de arena, La gente en un puente y Sonidos.


Cálculo elegíaco

Cuántos de los que he conocido
(si de verdad los he conocido)
hombres, mujeres
(si esta división sigue vigente),
han atravesado este umbral
(si esto es un umbral),
han cruzado este puente
(si se puede llamar puente).

Cuántos después de una vida más corta o más larga
(si para ellos en eso sigue habiendo alguna diferencia),
buena porque ha empezado,
mala porque ha acabado
(si no prefirieran decirlo al revés),
se han encontrado en la otra orilla
(si se han encontrado
y si la otra orilla existe).

No me es dado saber
cuál fue su destino
(ni siquiera si se trata de un solo destino,
y si es todavía destino).

Todo
(si con esta palabra no lo delimito)
ha terminado para ellos
(si no lo tienen por delante).

Cuántos han saltado del tiempo en marcha
y se pierden a lo lejos con una nostalgia cada vez
mayor.
(si merece la pena creer en perspectivas).

Cuántos
(si la pregunta tiene algún sentido,
si se puede llegar a la suma final
antes de que el que cuenta se cuente a sí mismo)
han caído en el más profundo de los sueños
(si no hay otro más profundo).

Hasta la vista.

Hasta mañana.
Hasta la próxima.
Ya no quieren
(si es que no quieren) repetirlo.
Condenados a un interminable
(si no es otro) silencio.
Ocupados sólo con aquello
(si es sólo con aquello)
a lo que los obliga la ausencia.


Del montón

Soy la que soy,
casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudido por el viento.
Alguien mucho menos feliz
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o solo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino hasta ahora ,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.

jueves, 2 de febrero de 2012

El pragmatismo de Dilma Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, concluyó su visita a La Habana luego de obsequiarle a Fidel Castro una caja de bombones, a lo que el viejo guerrillero respondió con dos tomos de su propia biografía, en homenaje a quien fuera una discípula graduada con honores.

En su juventud, la exguerrillera hubiera devorado con fruición los libros de quien para entonces era su ídolo, pero de seguro, hoy los textos yacerán empolvándose en algún estante de la pragmática mujer de estado.

Las guerrillas han pasado de moda y se impone una visión más comercial del mundo. Aquella izquierda afiebrada y beligerante, utópica y humilde, ya encanecida y menos pobre, luego de algún tiempo ejerciendo el poder, hoy se abre paso con discursos más utilitarios.

Es por ello que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tenía nada que negociar con Las Damas de Blanco, con Yoani Sánchez, ni con el resto de la disidencia cubana. Ella fue a Cuba a asuntos de negocios y los empobrecidos opositores no son dueños ni de su propia libertad, hecho que no atañe a los convenios comerciales.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tenía nada que negociar con empresarios cubanos porque allí existe un solo empresario: el régimen que encabeza el general Raúl Castro.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tenía nada que negociar con los agricultores cubanos porque, apenas recientemente, son usufructuarios de tierras plagadas de malas hierbas y abandono, y el marabú y la pobrezas no son rubros exportables.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tenía nada que negociar con los cuentapropistas porque forman parte de un incipiente capitalismo menesteroso que ella no tiene en cuenta ni en las propias favelas de los arrabales de Sao Paulo para negociar en serio.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tenía –ni por razones diplomáticas- que reunirse con la oposición porque, legalmente, en Cuba no existe oposición con posibilidades reales de acceder al poder por vías electorales ya que el único partido reconocido lleva más de medio siglo en el poder y aspira a una perpetuidad más allá de los tiempos, y sería un pérdida de tiempo mezclarse con gente sin perspectivas.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está muy consciente de que su país, como economía continental emergente, requiere de una expansión que le permita competir ventajosamente con las potencias comerciales tradicionales y sobre todo con Estados Unidos que tan cerca está de la isla caribeña. Ella sabe que ha de adelantarse para cuando llegue la competencia que hoy impide el embargo económico de Washington sobre el régimen comunista, tener sentadas las bases y reducir la ventaja geopolítica que representaría Estados Unidos, y a eso fue a La Habana, independientemente de su filialidad ideológica con el castrismo.

Capítulo III de Un amor en los ochenta, para una probadita

Y entonces, el alacrán.

Tengo un alacrán en la barriga. Qué hambre. El hambre se me anuncia así, como mordidas, como ardores en el estómago. Siempre después del amor tengo mucha hambre. Apago la luz del cuarto, enciendo la de la cocina. ¿Qué cocino? Huevos. Es lo único que hay.

Cuando pasamos por el mercado estaba más desolado que un teatro después de la función. "Huevos", dijo el dependiente. "Dos pesos", dijo ella.

Abro el cartucho y lo recuerdo. La estantería, como si hubiera pasado un aire devastador. Las vitrinas vacías. Las dependientas arrellanadas con cara de ensoñación y lejanía. Visitar un mercado en estos días es como una excursión por el Sahara.

Abro el cartucho y tomo cuatro. Los casco y los vierto en un plato. Los revuelvo con un tenedor. Les pongo sal. La sartén sobre una cocina eléctrica que traje en una maleta desde el helado Moscú. Y suerte que la traje, es el único efecto electrodoméstico que poseemos. Contamos con la casa más deshabilitada del mundo. Cualquier inventario sería una especie de tarjeta en blanco.

Un refrigerador, con la falta que hace en un país tropical, cuesta 1,900 pesos. Y entre los dos no ganamos al mes ni la cuarta parte. Con títulos universitarios y todo. Los que otorga el sindicato cuestan menos, pero para obtenerlos no basta con que seas disciplinado, eficiente, buen trabajador, sino que hay que comerse un león en marcha atrás. Y después, en la asamblea -verdaderos juicios finales con diablos y todo- a más de sacarle todos los trapitos sucios a los demás y conseguirte unos cuantos enemigos, tienes que demostrar que te has comido el león, y si tienes suerte, y no lo ha pedido uno de los inmaculados, perínclitos, heroicos, santificados militantes del Partido Comunista de Cuba, adquieres un bono que te autoriza a tener un modesto refrigerador. Espero que antes del año 2000 podamos comprar uno.

Deposito la manteca en la sartén. Aguardo a que se caliente. Cuando cesa el chisporroteo, trasvaso la mezcla del plato a la sartén. Brota el aroma más conocido de la cocina cubana entre las décadas del 60 al 90.

-Se te quema la tortilla, siento su voz desde el cuarto.

Se levanta y viene hacia mí. Me abraza. Mete su cara entre mi cuello. Me pega la nariz fría. Me besa cerca de la oreja. "Ahora sí se jode la tortilla", pienso. El delantalito que me había puesto se me despega del cuerpo por la parte inferior. Hay como una fuerza secreta que lo separa. Su pelo huele a limón, el champú le deja esa esencia. La atraigo, la estrecho contra mí. Se percata de la sublevación del delantal. Busca con las caderas, se acomoda. Las lenguas batallan. Se afanan los dedos. El delantal cae al suelo.

Su axila es mi primer refugio, me quedo en el olor de su axila. De la axila al pecho hay cuatro besos de distancia. Tiene dos lunares en ese recorrido, los descubrí una tarde en que su vestido era de ancha bocamanga y los lunares me llamaban desde allí con desaforada ansiedad.

Me encorvo. Escapé de su axila. Sobrepasé los lunares. Estoy enfrascado con dos turgencias puntiagudas. Tienen el mismo olor del pelo, son limones derramando su zumo.

La marea sube en su vientre. Las olas vienen y van, el mar canta en su respiración. Tormenta es su vientre, bergantín es mi boca. Voy rumbo a la racha. Enfilo la proa hacia el sur, caigo en el remolino de su ombligo. Hondo es el remolino, tiene sabor a desasosiego. Me hundo.

En un bandazo el bergantín salta hasta el vórtice del huracán. Salada, saladita es la vida. Me estoy ahogando. Sus rodillas no resisten más, se desploma. Nos ahogamos los dos.

Nos abrazamos fuertemente como para morir unidos. Al abordaje. La abordo. Entro en ella. Es tibia. Su humedad me atenaza. La tierra barbulle en su interior. Es un volcán. Su magma me abrasa. Erupciona, erupciona, todo se ha borrado.

El mar canta su furia en las piernas que se entrelazan y se sueltan, se elevan y caen, se encogen y estiran como en estertores de muerte. La muerte ha de parecerse a la felicidad.

Entonces, la espuma del mar suelta cientos de conejos blancos que huyen por su vientre y la risa se explaya como una ventolera nueva, y el mar empieza a calmarse, se aquieta, enmudece y la peste a tortilla requemada invade todo el apartamento, y no hay fuerzas para incorporarse del piso de la cocina y una intención de olvido en todos los músculos.

Y ella estira la mano con desgana y acciona el interruptor de la cocinita eléctrica y la apaga. Todo se apaga. Nublazón. Olvido. Olvido. Nublazón. Nublazón. Olvido.

El techo de la cocina tiene cientos de huequitos oscuros. Panza arriba miro el techo. El bombillo incandescente tiñe de un amarillo deslucido todo el espacio. Un cierto desconsuelo doloroso en la región lumbar me ha despertado. La peste a tortilla requemada no se ha disipado totalmente.

Por la puerta del patio entra un aire refrescante. El mar ruge a pocos metros. La claridad exterior indica que la luna ha salido a toda vela.

Zaira no está a mi lado. Palpo el piso buscándola. La luz que llega de la sala me la propone por allí. Tengo los huesos molidos. Me muevo hacia la puerta, atisbo.

Ahí está, de espalda, en punta de pie. No se ha vestido. Le encanta andar desnuda. Se está desquitando todas las privaciones que padecimos. Coloca una reproducción de La dama del armiño. Una reproducción baratísima que adquirimos en un pueblo de provincia, donde ni siquiera la dependienta de la librería sabía que se trataba de un célebre cuadro de Leonardo Da Vinci.

No ha notado que la observo y se mueve con toda la soltura y la pureza con que pudo hacerlo la primera mujer en el paraíso.

Es rubia, el cabello corto, el cuello delgado, estirado como una balletista. El brazo derecho alzado buscando la altura del clavo de donde penderá la pintura. El izquierdo sostiene por debajo la reproducción. La cadera derecha elevada, la pierna como una columna recta y monolítica y otra vez la grupa. La grupa de ancas rosáceas. Los dos hoyuelos de la cintura. La canal de la espina dorsal que se despeña hasta perderse en un hilillo fino cuando choca en la curvatura de la grupa.

-Potranca—pienso- Potranca. Y recuerdo.

-Señora, ¿qué talla de hombre usa usted?

-De hombre, responde.

Se está bajando de una guagua. Las guaguas son los ómnibus, unos demonios ruidosos pintados de rojo, de los cuales penden racimos de personas que coquetean con la muerte por el simple hecho de llegar nunca a tiempo a las citas.

Sonrío y le tiendo la mano para ayudarla a descender.

-Qué caballeroso.

-Me estoy ganando la talla.

Se ríe, se aleja, la veo partir.

La grupa me marea con su anadeo bajo la falda de arabescos azules. El cinto ancho acentúa la estrechez de la cintura y la robustez de las caderas.

"Tiene el chasis vira'o", pienso, cuando en la distancia me percato de su ligera escoliosis.

Pero entonces estaba arropada y caminaba hacia donde yo no sabía. Ahora no hay vestido que se interponga a la imaginación.

Ha dejado el cuadro.

Camina hacia atrás, reculando como si viniera de espaldas hacia mí.

Tengo ganas de levantarme súbitamente y asaltarla a traición. Cabalgarla por toda la sala. Domarla a fuerza de empujones tiernos.

Y ella, como si respondiera a una secreta conversación, mueve negativamente la cabeza y regresa al cuadro y lo equilibra para que no quede inclinado.

Y ahí está de nuevo en punta de pie y con los hoyuelos de la cintura pronunciados hasta el misterio, y yo tirado sobre el piso frío.

Me incorporo, la asalto.

-¿Te gusta así?, me pregunta cuando la tengo abrazada por la retaguardia.

-Me gustaría más estar así mismo en una sala del Nerodowe de Cracovia, mirando el original.

-Pretensioso, te encantan los escándalos.

-Después de John y Yoko no creo que podamos escandalizar con tan poca cosa.

-Eso no es para matar a nadie, mi'jito. A mí me divierte.

-Conformista que tú eres.

Y la Dama del Armiño voltea el rostro y se queda mirando la lejanía, como espantada de la procacidad con que nos hemos comportado frente a ella.

La novela se presentará el día 11 de febrero de 2012 en el Centro de Arte Cubaocho en 1465 SW 8th Street, Miami.