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sábado, 29 de diciembre de 2012

Angel Carromero en cuatro

Sobre las cuatro de la tarde de este sábado, hora de España, claro está, Ángel Carromero ha ingresado en el centro penitenciario de Segovia. Había aterrizado en el aeropuerto de Barajas cuatro horas antes. Desde La Habana, donde lo condenaron a cuatro años de cárcel por la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, viajó hasta Madrid custodiado por cuatro agentes españoles de Interpol.

Por un raro azar ha salido de Cuba un día de los inocentes. Pero su posición decúbito prono no ha variado. Si en la isla lo mantuvieron en esa postura de incómoda indefensión mientras esperaba, primero por el juicio, luego por la condena y más tarde por el traslado, en la península aguarda, también con el culo expuesto, a que la Junta de Tratamiento de la cárcel decida su clasificación.

Y no es que el hombre sea bruto, sino que para obtener el tercer grado, hay que cumplir ciertos requisitos. La junta de tratamiento evalúa el delito por el que está penado, la conducta del interno, el arraigo familiar o el hecho de que tenga un empleo.

Pero parece ser que para Carromero lo primordial en su conducta ha de ser “tomar por el vertedero fecal” sin rechistar. Ni un quejido, un suspiro o una palabra. De los cuatro que viajaban en el automóvil, dos están muertos, uno con amnesia postsueño, y a él le toca morderse la lengua mientras “el pene de Damocles” de los mandos superiores se balancee sobre su indefenso trasero.

2 comentarios:

  1. POBRE HOMBRE DEBERÍAN HABERLO MANDADO DEL AEROPUERTO DIRECTO PARA SU CASA.

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  2. Como siempre una delicia tu forma de denunciar lo injusto. Carromero ya tiene su propio duelo esto que esta pasando es un ultraje excesivo ..

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