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miércoles, 27 de enero de 2010

DOS MÁS DOS, SON 75


Los derechos retorcidos




Por Manuel Vázquez Portal



Miguelito ya debía estar libre. Andar por Quivicán abrazado de Sofía del Carmen y sus dos hijos, a quienes tantos abrazos les debe de estos siete años. Pero las leyes en Cuba tienen un espíritu diabólico y una letra que se tuerce según el deseo de aquellos que la imponen.
A José Miguel Martínez Hernández lo condenaron a 13 años de cárcel por fundar una biblioteca independiente en su pueblo natal y ser gestor del Proyecto Varela del Movimiento Cristiano Liberación.
En marzo de 2003 la policía política cubana orquestó un enorme operativo militar alrededor de su casa, revolcó todos los rincones de la privacidad familiar y arrestó a Miguelito delante de los ojos espantados de sus hijos.
Lo conocí en la Habana Vieja. Lo recuerdo gentil y sonriente. Dentro de su enorme corpachón parecía un niño cándido con ansias de aprender. No puedo olvidar ese día. Eramos libres y soñábamos con ayudar a los demás a serlo. Traía un libro mío en su cartera y quería que yo se lo dedicara para su biblioteca independiente. Pujé mi mejor caligrafía y se lo devolví firmado. El sonrió y lo guardó otra vez como si fuera un tesoro. El libro se perdió. Lo confiscó la policía política y debe haberlo incinerado.
Unos meses después volvimos a vernos. Y éramos más libres aún. Aunque ambos caminábamos esposados por un pasillo del cuartel general de la policía política cubana podíamos mirarnos a los ojos sin vergüenza y saber que quienes nos encarcelaban eran quienes debían avergonzarse.
Desde entonces han pasado siete años. Según las leyes cubanas Miguelito, quien ya cumplió más de la mitad de su condena, debía estar libre. Andar por Quivicán abrazado de Sofía del Carmen y sus dos hijos, a quienes tantos abrazos les debe, pero el derecho en Cuba es retorcido y no le ha brindado ese beneficio aún cuando no debía haber estado preso ni un solo día.



        Una vida encañonada






 Por Don Alternán Carretero.



Blas Giraldo Reyes Rodríguez parece haber nacido para que los hermanos Castro lo maltrataran. Desde niño lo han zangoloteado como a un costal de harina.
Tenía apenas 16 años cuando su padre fue víctima de lo que el gobierno cubano llamó “la limpia del Escambray” y fue a carenar junto a su familia tras una alambrada conocida como Santa Ana, en la provincia de Pinar del Río.
Pero no estuvo mucho tiempo junto a sus padres y hermanos. Lo llevaron al Servicio Militar a una zona de Camagüey donde tuvo que realizar trabajos forzados durante tres años. No le dieron tiempo para que estudiara.
Cuando en 1975 la familia se reunió de nuevo fueron desterrados al “pueblo cautivo” Ramón López Peña, y allí le ocurrió a Blas Giraldo lo mejor de su vida: conoció a Isel de las Mercedes, también una desterrada del Escambay, a quien desposó y ama hasta hoy.
Para mantener con honradez a su nueva familia trabajó en las Canteras de Bermejales y en la construcción de una central azucarera. Pero quería un futuro mejor y en cursos nocturnos, después de las agotadoras jornadas, se iba a terminar sus estudios secundarios. Logró más tarde concluir un curso de técnico medio en topografía.
En 1988 les comunicaron que podían regresar a su lugar de origen. Volvió a la provincia de Sancti Spíritus en 1990, trabajó como topógrafo en la industria de recursos hidráulicos. Pero cuando fundó el ex club cautivo, el Movimiento Cristiano Liberación y la Biblioteca 20 de Mayo, fue víctima otra vez de arrestos e injusticias, hasta que le prohibieron ejercer su profesión y tuvo que retornar a sus labores agrarias con particulares para ganarse el sustento.
El 19 de marzo de 2003, tras un aparatoso operativo militar que lo hizo recordar su infancia encañonada, fue arrestado junto a 74 disidentes más. Sentenciado a 25 años de privación de libertad, lo llevaron a la prisión de máximo rigor de Agüica, en la provincia de Matanzas y más tarde a la cárcel Nieves Morejón de Sancti Spíritus donde aún sigue vigilado por el oscuro ojo de los cañones castristas.

3 comentarios:

  1. Con permiso, me los llevo a mi columna fija "No olvidemos a nuestros presos políticos" (...donde vengo publicando hace tiempo todas las noticias y artículos que hagan referencia a los presos políticos cubanos)(desde que inicié esa publicación, hace un año aprox. ha tenido hasta hoy unas 16.300 visitas).
    Es mi modesta forma de colaborar con la causa de nuestros hermanos presos.

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  2. Gracias, Barbarito, es un gesto loable. Esos hombres merecen todo lo que podamos hacer por ellos.
    Un abrazo.

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