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miércoles, 23 de diciembre de 2009

DOS MÁS DOS, SON 75


Daniela no pasará estas navidades con su padre.

Por Manuel Vázquez Portal

Daniela no pasará tampoco estas navidades con su padre. Ha crecido sin saber como es una Noche Buena junto a Normando Hernández, ese hombre tierno que le ha dado más besos sobre una cartulina donde está su imagen que sobre las mejillas.

En las siete navidades de su vida Daniela no ha podido ver a Normando y a Yaraí armar un arbolito para ella. Normando Hernández y Yaraí Reyes son sus padres. Y Daniela no ha podido verlos armar el arbolito porque Normando está preso.
Cuando ella apenas iba a cumplir un año su padre se escondió de la policía política cubana subido en un árbol porque el día 22 de marzo de 2003 era su cumpleaños y él quería celebrárselo. Se lo celebró en una fiestecita clandestina. Luego se entregó y lo condenaron a 25 años de cárcel.
Desde entonces Daniela no ha vuelto a pasar un cumpleaños ni unas navidades junto a su padre. Normando Hernández lleva casi siete años preso por querer que Daniela y todos los niños cubanos supieran las verdades y conservaran sus fantasías.
Normando es uno de los periodistas independientes que el gobierno mantiene encarcelados desde la Primavera Negra de 2003 cuando Daniela iba a cumplir su primer año. Entonces era un hombre sano y fuerte con sólo 33 años. Hoy mismo Normando está ingresado en el hospital de una cárcel, tiene 40 años, la salud muy quebrantada y no podrá pasar las navidades con Daniela.




Mal día para nacer

Por Alternán Carretero.

El 4 de abril vino marcado como un mal día para Pablo Pacheco. Nació bajo el signo del fracaso de una zafra que había sido cacareada como la más grande de la historia cubana. Y eso ya podía significar una desgracia. Desde entonces se sabía que los 10 millones de toneladas de azúcar no se fabricarían. La autoridades, que debían estar avergonzadas, estaban rabiosas. Fue un mal año. La gente comenzó a perder las ilusiones.

Siete años después, cuando aún no sabía que el Che Guevara sólo era un asmático asesino, lo obligaron a ponerse una pañoleta al cuello y decir que quería parecerse a ese hombre. El 4 de abril es el día en que se celebra la fundación de los pioneros, Pablo Pacheco tuvo que resignarse a parlotear el lema como un lorito amaestrado.
Treinta y dos años más tarde, ese mismo 4 de abril lo condenaron a 20 años de prisión por ejercer el periodismo independiente, por no querer seguir siendo un loro que repite mentiras obligadas.
De los encarcelados en la Primavera Negra Pablo era el más joven. Hoy tiene 39 años y aún sueña con decir sus verdades. Desde la cárcel mantiene una página digital donde cuenta y analiza su realidad. Gracias a Claudia Cadelo que lo aloja en su blog Octavo Cerco podemos saber que Pablo Pacheco sigue siendo el más joven y más soñador del Grupo de los 75.

3 comentarios:

  1. Y de paso, ¡qué envidia le tengo al Gume!

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  2. Gracias. En cuanto a la envidia, hasta yo, que soy persona. Un abrazo. Compartelo ahi como puedas con tu gente,

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