Perversos y callados
Las alarmantes voces del silencio
asedian sin piedad los muros de tu alma.
Estás donde la noche sin retorno
se posa para un tiempo que no aceptas,
donde el raudo tropel de las auroras
puede tornarse foto de honda impavidez.
No habrá nada que hacer
cuando la sangre sea
levísimo recuerdo de secos manantiales.
Quizás la eternidad es ese hastío
que grita sin cesar sus vanidades
y no el gesto trivial del dedo acusador.
Los perversos fabrican su guarida
en el límite mismo
que media entre tu voz y sus horrores.
No habrás de lamentar los pavorosos crímenes
sino el silencio cruel
en que viste morir a aquel que no callaba.
Como dice Barbarito, esta y otras las esperamos en un libro.
ResponderEliminarEs, Angélica, un libro que se llama La espera y los naufragios, y espero esté terminado para este año. Después veremos qué hacemos con él. Mientras tanto de damos una probadita.
ResponderEliminar...yo no me pienso morir mientras no se publiquen en España TODOS los libro del amigo Manuel -incluido "Memorias de la Plaza" (¡esa joya)- ...levo algunos años esperándolo.
ResponderEliminarQuerido Barbarito:
ResponderEliminarGracias por tu buenos deseos. Espero que un día se te cumplan, y se me cumplan. A veces es necesario el tiempo. Vamos a cuidarnos de no morir.
Gracias a ti Manuel; por escribir, por compartir.
ResponderEliminarSabré esperar...
Mientras tanto tenemos los Blogs ¡bendita herramienta de comunicación que no distingue distancias ni fronteras!
A esperar entonces, todos tus admiradores que siga esa pluma (hoy tecla)prodigiosa.
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